17-03-2013. «De la paella al chucrut» en Diario de Sevilla
Unos jóvenes alemanes, de entre 17 y 18 años, estudiantes en el instituto Mathilde-Planck-Schule, de Ludwigsburg, cerca de Sttugart vinieron a Sevilla en marzo de 2003 guiados por los intrépidos profesores Ina y Tommy Sickel, enamorados de Sevilla, con mucha más razones y mayores motivos que la mayoría de alemanes que pasan unos días en Sevilla y salen encantados, salvo por lo de la «cervecita» local, que además de pequeña es insípida. Ambos profesores han sido y son sevillanos, puesto que de Sevilla es quien en Sevilla se siente bien, y alterna con sus gentes y pasea sin prisas por sus calles.
Conociendo nuestro –entonces incipiente– proyecto cultural nos pidieron que les organizáramos una especie de contra programa, algo más alternativo, que complementara lo que iba a ser el intercambio oficial entre ambos institutos. De manera que lo primero que hicimos fue contactar con una profesora la mar de pop, Remedios Usagre, que además de talentosa y experimentada, cayó bien al grupo y fue fundamental para hacer piña entre sevillanos y luisburgueses. Ella se encargó de impartir unas clases de español a su medida, mientras que nosotros les hicimos de cicerones por la ciudad, llevándolos a pasear no solo por los lugares más monumentales sino por la Sevilla menos desconocida, por los rincones que ahora las guías denominan más insólitos y secretos. Hubo nocturnidad, con conciertos, teatros, una sesión de cine y visita a las peña flamenca Torres-Macarena, y no nos faltó llevarlos tempranico al Jueves y con unas mínimas nociones históricas y las precisas instrucciones prácticas dejarlos a modo de yincana a ver cuál era el chisme más asombroso que eran capaces de comprar por menos de dos euros. Y nos asombraron. Los recordamos mucho y seguro que nos recuerdan.